Trucos para limpiar tu sartén

Estamos seguros que  en tu cocina tienes alguna que otra olla o sartén que tiene su base llena de manchas. Esto es muy común y se debe al uso continuado de la misma.

Pero el problema viene, cuando las lavamos con cualquier tipo de detergente, da igual si este es más económico o de precio más elevado, la cuestión es que se hace imposible eliminar estas manchas aunque frotemos con toda nuestra fuerza.

Te contamos 3 truquitos para eliminar las manchas de las que pensabas que nunca te librarías.

1. Detergente
Casi nadie conoce este truco, pero es uno de los que mejor funciona cuando tienes una sartén con mucha grasa. Sobre todo si está muy pegada a la sartén y por más que frotes… no consigues desincrustarla.

Para ello, debemos colocar una cucharadita de detergente sobre la grasa de nuestra sartén. ¡Muy importante! Que la sartén esté completamente seca, no puede haber ni una gota de agua, sino se nos complicará la limpieza de la misma.

Ahora, justo encima del detergente deberás espolvorear una capa de sal fina, cubriendo toda la superficie. Luego con una esponja seca, iremos frotando  y sacamos toda la grasa sin demasiado esfuerzo. Cuando veas que has eliminado la grasa, enjuágala con abundante agua.

2. Bicarbonato de sodio
Ya sabéis, que la sal es muy buena para eliminar la grasa de tus sartenes pero si hay algo que nunca falla, esto es el bicarbonato de sodio. Esta pasta que te recomendamos, se usa para limpiar ollas y sartenes quemadas o manchadas después de freír.

Solo tenemos que mezclar 2 partes de bicarbonato de sodio con 1 parte de alcohol hasta que se forme una pasta. Frotamos la pasta en la parte quemada de la sartén con una esponja, enjuagamos y rápidamente secamos bien para evitar manchas de agua.

3. Jabón para manos o spray quitagrasas
Algunas veces nos olvidamos de lavar la sartén que acabamos de utilizar. Lo malo es olvidarnos durante meses, haciendo que la grasa se pegue peor de lo que estaba. Para ese tipo de problema, encendemos el fuego o la vitrocerámica y acercamos una de las partes más sucias de la sartén para calentar y ablandar la grasa.

Pasados unos segundos, apagamos el fuego o la vitrocerámica, y con mucho cuidado aplicamos un poco de jabón o spray quitagrasas en la parte que hemos calentado. Frotamos con fuerza con una esponja de acero (nanas). Este procedimiento lo tienes que repetir varias veces, y vas a notar que poco a poco tu sartén quedará como nueva.