En un
cazo incorporamos la leche, el interior de la vaina de vainilla, la canela, la nata líquida y un poco de nuez moscada. Encendemos el fuego y llevamos toda la mezcla a ebullición
removiendo de vez en cuando. Cuando hierva, apagamos el fuego y dejamos que infusione durante 10 minutos tapada. Por último, colamos la mezcla con ayuda de un
colador de malla y reservamos.
Por otra parte,
separamos la yema de las claras de huevo y las batimos con unas varillas o bien con
una batidora. Mientras, añadimos el azúcar, y cuando cambie de color a blanquecino y tenga una textura más cremosa, reservamos.
Ahora, incorporaremos la primera mezcla a las yemas con azúcar, con cuidado y poco a poco
removiendo a la vez que se integran ambas partes.
Pasamos la mezcla ya unida a una
olla y cocinamos a fuego suave, removiendo de vez cuando hasta conseguir que espese. Si tenemos
un termómetro, la mezcla tiene que llegar a 82 grados. Cuando esté lista, retiramos del fuego y dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente.
Una vez haya enfriado, añadimos el bourbon y mezclamos bien. Por último, tapamos el ponche de huevo con papel film y dejamos reposar y enfriar en la nevera, mínimo 6 horas.
Para servir, llena la copa con el
eggnog y decora con
nata montada por encima y un poco de canela en polvo. ¡Buen provecho!